Annie Becerra tenía 22 años cuando perdió la vida la noche del 30 de noviembre del año pasado.
Los hechos ocurrieron sobre las 10 y 15 minutos, en kendall Drive y la 122 avenida del suroeste mientras, según la Policía, el padre de su hija de dos años, conducía un auto, marca Nissan Versa, bajo los efectos de varias sustancias, como marihuana, cocaína y alcohol.
Según el reporte, Freddy Mieryteran, de 21 años, se comió la luz roja e impactó su auto contra otro vehículo, provocando el accidente.
Una vez que ocurrieron los hechos, Mieryteran habría abandonado la escena y fue encontrado por las autoridades, minutos después, escondido en unos arbustos.
“La persona que falleció en este accidente estaba en el asiento del pasajero por aproximadamente una hora y quince minutos antes de que la policia o los bomberos se dieran cuenta de que ella estaba lesionada en el asiento del pasajero...” alega José Raposo, abogado de la familia de la víctima.
El reporte policial también señala que Freddy Mieryteran dijo que había dejado a la madre de su bebé antes de que ocurriera el accidente, “La primera cosa que debe hacer la policía cuando responde a la escena de un accidente es inspeccionar el auto, es algo básico”, señala Roposo, alegando que las autoridades actuaron de forma negligente.
Una investigación independiente realizada por el bufete de abogados que representa a la familia Becerra, determinó que, basado en declaraciones juradas de algunos testigos del hecho, varios oficiales trataron de manipular los testimonios de los testigos para encubrir la hipótesis de que ellos no habrían inspeccionado el auto siniestrado. Ahora los abogados exigen que se abra una investigación de asuntos internos por parte de la policía.
Las pesquisas de los abogados también revelaron que si Annie Becerra hubiese sido atendida a tiempo, probablemente habría sobrevivido al accidente pero lamentablemente falleció dos días después en el Hospital Regional de Kendall.
Annie Becerra llegó al Sur de la Florida, proveniente de Cuba, cuando tenía apenas 6 años, su madre dijo que ella quería ser terapeuta para niños discapacitados, sueño que no pudo cumplir.
El presunto responsable del accidente enfrenta, desde el pasado 22 de abril, cargos por homicidio, DUI entre otros delitos graves.
El bufete de abogados Raposo & Lukacs iniciará una demanda formal, por este caso, hacia la Policía de Miami Dade, el departamento de Patrullas de carreteras, y los bomberos de Miami Dade.
