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Trump retoma la campaña electoral y admite que pidió reducir las pruebas para mermar positivos

Horas antes del evento, seis miembros de la campaña de Trump dieron positivo a COVID-19. 

Telemundo

TULSA, Oklahoma — El presidente Donald Trump lanzó su vuelta a la campaña electoral para las elecciones generales como una “elección” entre el patrimonio nacional y "extremismo radical" de los demócratas- a la vez admitiendo haber ordenado reducir los test de la enfermedad para que hubiera menos casos. Pero su pretendido masivo acto en el medio de una pandemia se encontró con miles de asientos vacíos y nuevos contagios positivos entre su propio personal de campaña.

Trump ignoró las advertencias de salud para celebrar su primer mitin en 110 días,  uno de los mayores eventos bajo techo en el país desde que las congregaciones grandes fueron suspendidas en marzo debido a la pandemia de coronavirus. La manifestación estaba destinada a reiniciar su esfuerzo de reelección menos de cinco meses antes de que el presidente se enfrente a los votantes nuevamente.

"Los demócratas quieren llenar los tribunales de extremistas", afirmó Trump en el primero de sus actos electorales tras varios meses de parón debido a la pandemia de COVID-19, celebrado en Tulsa (Oklahoma), una de las capitales mundiales del petróleo y que se ha visto duramente impactada por el desplome de los precios de crudo.

"La elección en 2020 es muy simple", dijo Trump. "¿Quieres inclinarte ante la mafia de izquierda, o quieres plantarte alto y orgulloso como estadounidenses?"

Trump desató meses de quejas acumuladas sobre el coronavirus, que denominó "gripe Kung (Fu)”, un término racista para el COVID-19, que se originó en China. También trató de defender su manejo de la pandemia, a pesar de que los casos continúan aumentando en muchos estados, incluido Oklahoma.

El mandatario retomó sus temas favoritos: las descalificaciones a su rival en las presidenciales de noviembre, el aspirante demócrata Joe Biden; responsabilizar a China de no haber controlado la expansión del virus y reivindicarse como el presidente de la "ley y el orden"

Se desata choque político en el Departamento de Justicia.

De llegar Biden al poder -dijo- será "el fin de EEUU" ya que "está controlado por la izquierda radical".

Sobre la pandemia, que ha dejado ya más de 120,000 muertos y 2.2 millones de contagiados en el país, Trump defendió su plan de cierre de fronteras y mostró su escepticismo sobre los test para conocer la magnitud del contagio, incluso admitiendo que había pedido reducir el número de pruebas realizados.

Subrayó que "las pruebas son un arma de doble filo" debido a que "cuando realizas tantos vas a encontrar más casos", continuó. "Así que le dije a mi gente, frenen las pruebas, por favor".

"Acelere las pruebas", tuiteó el candidato Joe Biden, más tarde en Twitter.

Horas antes del inicio del evento, la campaña de Trump anunció que seis de sus miembros en Tulsa dieron positivo al coronavirus y fueron puestos en cuarentena.

"Ninguno de los que dio positivo al COVID-19 o quienes hayan tenido contacto directo con ellos estará en el evento o cerca de los asistentes o funcionarios del gobierno", dice Tim Murtaugh, director de comunicaciones de la campaña.

El sábado, el alcalde de Tulsa declaró y luego canceló una emergencia civil y un toque de queda para el área alrededor de la arena en la que el presidente Donald Trump planea realizar un acto de campaña este fin de semana.

Han pasado más de tres meses desde que Trump hace un acto de campaña. En ese entonces, la tasa de desempleo era de 3.5%. El número de casos de coronavirus era estimado en 91. “Nuestro país es más fuerte que nunca”, dijo Trump el 2 de marzo.

Ahora, la tasa de desempleo es de 13.3%. El número de casos confirmados de coronavirus llegó a 2.2 millones y van al menos 119,000 decesos confirmados por la enfermedad.

El evento de Trump se realizará en un lugar con capacidad para 19,000 personas en Tulsa, Oklahoma.

La indignación por el trato del sistema legal hacia los negros y otras minorías estalló en protestas en todo el país, desatadas por la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis. Apenas una cuarta parte de los estadounidenses dicen que el país va en buena dirección.

Trump entiende lo que está en juego y estaba determinado a regresar a sus eventos distintivos de campaña. El presidente desestimó quejas de que congregar a tantas personas bajo techo creaba el riesgo de diseminar el virus, diciendo que tenían fines políticos.

El mitin tuvo lugar en un clima de fuerte tensión, puesto que supuso el mayor acto multitudinario en un espacio cerrado de EEUU desde que comenzó la pandemia, en un estadio con capacidad para 19,000 personas.

Pese a que la campaña de Trump prometió llenarlo por completo, las imágenes mostraron que gran parte de las gradas estaban vacías.

De hecho, estaba previsto otro acto previo a las afueras del recinto junto con el vicepresidente Mike Pence, que fue suspendido horas antes debido a la falta de afluencia.

La idea inicial de Trump de realizar el acto el viernes (Juneteenth, el día que recuerda la liberación de los esclavos), despertó asimismo el interés en el turbulento legado racial de Tulsa, aunque luego lo pasó al sábado.

El acto llega durante una primavera de protestas callejeras por la muerte de George Floyd y otros afroamericanos a manos de la policía.

Sobre las protestas generalizadas, que han causado el derribo de numerosas estatuas y monumentos de la Confederación (el bando de los estados sureños y esclavistas que se rebelaran contra el resto del país, la Unión), el mandatario se mostró tajante a la vez que acusó de "anarquistas e incendiarios" a los manifestantes.

"Quieren demoler nuestra herencia (...) Deberíamos tener legislación para que si alguien quiere quemar la bandera y pisotearla vaya a la cárcel por un año", recalcó.

El 31 de mayo y el 1ro de junio de 1921, residentes blancos y líderes de la sociedad civil saquearon y quemaron el barrio Greenwood de Tulsa, disparando incluso desde aviones.

Fue en junio de 1921 en Tulsa, Oklahoma.

Los atacantes mataron a unos 300 negros y los sobrevivientes fueron enviados a campamentos de concentración vigilados por miembros de la Guardia Nacional.

Los historiadores dicen que los problemas comenzaron cuando un diario de Tulsa armó un escándalo porque un individuo negro le había pisado un pie a una muchacha blanca, algo que luego alegaron fue que intentó violar a la mujer.

Cuando varios residentes afroamericanos se presentaron con armas para evitar que linchasen al muchacho, la reacción de los blancos fue brutal.

Aquí te explicamos el supuesto doble significado del mitín en la ciudad de Tulsa en 19 de junio, mejor conocido como “Juneteenth”.

Un jurado investigador determinó, sin pruebas, que agitadores no identificados habían suministrado armas a los negros y les habían hecho creer en la “igualdad de derechos, igualdad social y el derecho a exigir lo mismo” que los blancos.

“Todo lo que tenían en el centro” de la ciudad, dijo Shaw, aludiendo a los negocios del sector blanco donde Trump realizará su acto, “nosotros lo teníamos aquí”.

A Shawn-Du Stackhouse, un barbero de Washington de visita, los videos telefónicos de las matanzas de ahora de afroamericanos le dan una idea de lo que fueron las del pasado como la de Tulsa.

“Estos videos muestran lo que ya conocen”, dijo Stackhouse. “Dan confianza” y alientan a la gente a hablar de las atrocidades del pasado y del presente, señaló.

Mary Trump, la única sobrina del presidente de Estados Unidos, publicará un libro este verano, revelándose como fuente principal para la investigación del New York Times sobre los impuestos de Trump. Se titula "Demasiado y nunca es suficiente: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo". En Amazon ya se aceptan los pedidos previos al lanzamiento el 28 de julio.

La matanza de Tulsa fue parte de una serie de ataques de blancos a comunidades negras, desde Washington hasta Chicago y la costa oeste, según Scott Ellsworth, historiador que trata desde hace años de dar publicidad al episodio de Tulsa.

El Ku Klux Klan crecía por entonces, colocando gente en cargos públicos y en posiciones de influencia.

En 1915, el presidente Woodrow Wilson presentó en la Casa Blanca, y elogió mucho, “The Birth of a Nation” (El nacimiento de una nación), una película muy influyente y tremendamente racista.

Los detractores de Trump dicen que sus declaraciones y sus acciones envalentonan a los supremacistas blancos.

Randy Serrano tiene la información.

El mandatario se negó a renombrar bases con nombres de figuras de la Confederación y promueve la “ley y el orden” en respuesta a las protestas. Trump niega ser racista y dice que su gobierno ha beneficiado a los afroamericanos.

Por generaciones casi no se habló de la masacre en Tulsa, pero ahora tanto blancos como negros quieren contar la historia del Wall Street Negro, incluido el feroz final, y el tema es enseñado en las escuelas públicas.

“Los chicos de cuatro años saben que gente como ellos fue propietaria de cines y hoteles, y tenían una comunidad pujante”, expresó Danielle Neves, subdirectora del departamento académico de las escuelas públicas de Tulsa.

Tras el de Oklahoma, Trump regresará a la carretera en las próximas semanas con mítines para su campaña electoral en Florida, Arizona y Carolina del Norte, todos estados clave que podrían decidir el resultado de las elecciones del 3 de noviembre.

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