Denuncian sexismo en el debate sobre quién sería la compañera de fórmula de Biden

El virtual candidato presidencial demócrata Joe Biden.
EFE/EPA/TRACIE VAN AUKEN/Archivo

CHICAGO. — Es demasiado ambiciosa. No se disculpa lo suficiente. Debería sonreír más.

El debate sobre la compañera de fórmula de Joe Biden ha recorrido una trillada lista de estereotipos sobre las mujeres en política, mientras el probable candidato demócrata a la presidencia y sus aliados tratan de avanzar en una búsqueda con la que esperaban enviar un mensaje de inclusión y diversidad.

En lugar de eso, el proceso para dar con una candidata a vicepresidenta ha reabierto divisiones internas entre la vieja guardia del partido y una generación más joven, sensible con los prejuicios raciales y de género y dispuesta a alzar la voz. Algunos argumentan que sólo es una prueba más de por qué Biden necesita a una mujer en su candidatura.

“El hecho es que aunque hemos avanzado mucho en los últimos 100 años, no hemos avanzado suficiente para que se trate a las mujeres candidatas con la misma decencia que a los candidatos varones”, dijo Donna Brazile, expresidenta del Comité Nacional Demócrata.

Biden, el candidato probable del partido y que fue vicepresidente, ha dicho que elegirá a una mujer como su número dos y que probablemente tomaría la decisión esta semana, aunque el anuncio formal sería más tarde.

El escrutinio sobre sus opciones ha crecido en las últimas semanas, y sus aliados han opinado, en ocasiones aumentando la tensión.

Ed Rendell, expresidente del Partido Demócrata y aliado de Biden, fue citado el lunes en The Washington Post diciendo que había rumores sobre que la elegida podría ser la exasesora de seguridad nacional Susan Rice. Comentó que Rice había sonreído durante una aparición en televisión, “algo que no hace tanto”, y que era “en realidad encantadora en cierto modo”.

Rendell, de 76 años, también ha hecho comentarios sobre la actitud de otra candidata, al decir a CNN la semana pasada que la senadora de California Kamala Harris puede “chocar con la gente”.

Algunos ven esa clase de comentarios -criticar a mujeres por ser agresivas y recompensarlas por aspectos intangibles como la simpatía que despiertan- como la clase de prejuicios que, afirman, han perseguido a las mujeres en política durante décadas.

En una entrevista telefónica el lunes, Rendell tachó de “ridícula” cualquier sugerencia sobre que su comentario sobre Rice fue sexista. Afirmó que era un cumplido, una descripción de una buena candidata, igual que cuando la gente comentaba que Richard Nixon había sonreído más en su campaña de reelección.

“Este país está loco”, dijo sobre las críticas a sus palabras, que atribuyó en parte a los medios. “Estamos perdiendo la cabeza”.

Según publicó hace poco Politico, el exsenador de Connecticut Chris Dodd, copresidente del comité de Biden que busca a su compañera de fórmula, estaba preocupado porque Harris, que fue aspirante a la candidatura, no lamentaba lo suficiente haber atacado a Biden en un debate de las primarias. Otros han criticado a Harris, considerada como una de las favoritas para el puesto, diciendo que es demasiado ambiciosa.

Stacey Abrams, que fue líder de la minoría en la Cámara de Representantes de Georgia y aspirante a gobernadora en 2018, fue igualmente criticada por defender sus méritos para el puesto de vicepresidenta. Ella contraatacó, diciendo que haría un pobre servicio a las mujeres de color y las “mujeres con ambición” si no fuera directa.

“Cuando haces algo diferente, cuando cumples los estándares que son normativos para los hombres con un comportamiento que no esperan de ti, ya sea como mujer o como persona de color, entonces vas a ser criticada”, dijo el domingo a MSNBC.

Rice es afroestadounidense. Los padres de Harris son inmigrantes, su padre de Jamaica y su madre de India.

Que algunos de estos comentarios vienen de hombres mayores, blancos y con una larga relación con Biden, blanco y de 77 años, no ha pasado desapercibido.

Glynda Carr, presidenta de Higher Heights for America, un grupo que pretende ayudar a aumentar el poder político de las mujeres negras, dijo que lo veía como una reacción, consciente o inconsciente, de hombres en puestos de influencia que “pueden sentir que su estilo de liderazgo será difícil de mantener” con el electorado de hoy en día.

Carr, que no mencionó a nadie por su nombre, los describió como “dinosaurios en extinción” e instó a la campaña de Biden a completar el proceso con prontitud.

“Creo que cuanto más tardemos, menos avanzamos porque todo el mundo siente la necesidad de opinar”, dijo.

Los comentarios centrados en el género, así como la atención que les prestan los medios, son un tema doloroso para los demócratas, que temen una repetición de 2016, cuando creen que la candidata Hillary Clinton perdió en parte por las actitudes sexistas.

Señalan que el propio Biden fue vicepresidente, con suficiente ambición como para presentarse por tercera vez a la presidencia, y que nadie criticaría al actual vicepresidente, el republicano Mike Pence, por aspirar al cargo. Y afirman que la conversación sobre las candidatas se ha centrado en aspectos de su personalidad, comportamiento o motivaciones de forma mucho más exhaustiva que cuando los candidatos son hombres.

Antjuan Seawright, veterano estratega demócrata de Carolina del Sur, dijo que los medios están decididos a provocar un conflicto y encontrar información negativa sobre líderes en auge.

“Espero que este proceso no degenere en lo que algunos intentan que sea, enfrentar entre sí a dos mujeres afroestadounidenses que son cruciales para este partido y este país”, afirmó.

Sin embargo, una experiencia de toda una vida luchando con el sexismo y el racismo no puede más que ayudar a las posibles candidatas a ser mejores líderes para un país que lidia con una pandemia global, injusticia racial y otras crisis, indicó la reverenda Barbara Williams-Skinner, una de los más de 100 religiosos negros que han instado a Biden a elegir a una mujer negra como compañera de fórmula.

“Siempre es más difícil para las mujeres. Cuando estás en ese nivel de poder, tienes que estar lista para esa pelea, y tienes que contar con ella”, dijo, añadiendo que los hombres afrontan un escrutinio “mucho más justo”.

“A todos nos gustaría ver un día en el que se trate a las mujeres de forma más justa”, dijo. “No hemos llegado a ese día”.


Jaffe informó desde Washington.

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