SAN DIEGO - Dámaso López Serrano, alias el "Mini Lic", ahijado de Joaquín "El Chapo" Guzmán y uno de los posibles sucesores del capo en el cártel de Sinaloa, se declaró el miércoles culpable de haber importado a Estados Unidos miles de kilos de heroína, metanfetaminas y cocaína.
López Serrano, de 29 años, firmó su declaración de culpabilidad en la corte del distrito sur de California, con sede en San Diego, informó en un comunicado el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El capo se entregó el 27 de julio de 2017 a los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en Calexico (California) y, según el Departamento de Justicia, es el "narcotraficante mexicano de mayor rango" que jamás se ha rendido ante las autoridades estadounidenses.
En su comparecencia en la corte de California, López Serrano reconoció haber sido uno de los líderes de una de las facciones del cártel de Sinaloa y admitió haber organizado el transporte desde México a Estados Unidos de miles de kilogramos de heroína, metanfetaminas y cocaína.
También se declaró culpable de otro de los cargos relativo a la posesión de armas de fuego para promover las actividades de narcotráfico del cártel de Sinaloa.
El juez Dana M. Sabraw de la corte del distrito sur de California fijó para el 12 de julio la vista para dictar sentencia.
"Mini Lic" es hijo de Dámaso López Núñez, alias "El Licenciado" y considerado el sucesor de Joaquín "El Chapo" Guzmán, que fue extraditado desde México a Estados Unidos el 19 de enero de 2017, y será juzgado en septiembre de este año por 17 delitos, entre ellos tráfico de drogas y blanqueo de dinero.
EEUU
"El Licenciado" era considerado la mano derecha de Guzmán, especialmente luego de que este fuera capturado por última vez en enero de 2016 en el estado mexicano de Sinaloa, pero entró en disputa con Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, hijos de "El Chapo", por el control del cártel.
Tras la captura de "El Licenciado", se presupone que su hijo tomó las riendas de esa facción del cártel de Sinaloa, un reinado que terminó cuando se entregó a la DEA en California.