Las protestas violentas continuaron por segundo día este martes en Tegucigalpa por una polémica Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación, que ha quedado en suspenso.
Lo que se creyó que sería una protesta pacífica, contrario a la violenta y con vandalismo registrada el lunes, desembocó en una batalla campal a menos de 100 metros de la sede del Parlamento, hasta donde pretendían llegar los manifestantes, que antes habían comenzado a quemar neumáticos frente a las fuerzas del orden.
Antes de la protesta en el centro histórico de la capital, centenares de manifestantes de los maestros y el sector salud habían marchado de manera pacífica hasta la sede del Comisionado de los Derechos Humanos, de donde después tomaron rumbo hacia el Parlamento, cuyos accesos a varios metros a la redonda están cerrados desde el lunes.
El enfrentamiento en el centro de la capital hondureña se dio con un pequeño grupo de manifestantes, muchos de ellos con el rostro cubierto, que lanzaban piedras a los policías, quienes respondieron lanzando una gran cantidad de bombas lacrimógenas.
Pocos minutos después del enfrentamiento, que hizo replegarse a los manifestantes en la Plaza Central, donde se localiza la catedral de Tegucigalpa, el Parlamento iniciaba una sesión, a la que había convocado horas antes su presidente, Mauricio Oliva, para "suspender" la polémica ley y "archivarla".
El anuncio de Oliva, de llamar a una sesión a los diputados para suspender la ley y archivarla había sido bien recibido por directivos de los maestros y los médicos, lo que hacía suponer que las protestas de hoy, que habían iniciado en otros puntos de la ciudad y el país, en menor proporción que el lunes, serían pacíficas.
En otro extremo, los manifestantes, de los que algunos fueron detenidos, seguían causando destrozos, como prenderle fuego a un vehículo doble cabina que estaba aparcado.
Los pocos comercios que habían abierto hoy, después de los destrozos que muchos sufrieron el lunes, volvieron a cerrar por la protesta que, hacia las 15.00 horas locales (21.00 GMT), parecía haber sido controlada por las fuerzas de seguridad, mientras los diputados continuaban con su sesión, que duró pocos minutos con la discusión y aprobación de un solo punto.
El presidente del poder Legislativo propuso la derogación de algunos puntos de la ley y la suspensión y archivo de los decretos correspondientes, lo que fue aprobado por unanimidad por 119 de los 128 diputados que integran el Parlamento.
A primeras horas de hoy, al menos cuatro carreteras habían sido bloqueadas por manifestantes protestando por la misma ley aprobada por los diputados la semana pasada, sin el respaldo de las principales fuerzas de oposición.
Los maestros y empleados del sector de la salud aducen que la ley está orientada a privatizar la educación y la salud, y a despidos de docentes y personal sanitario, sobre lo que las autoridades gubernamentales reiteraron hoy que eso no es cierto.
Las autoridades de Educación suspendieron hoy las clases en las escuelas y colegios públicos, lo que también hicieron muchos de los centros privados y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), entre otras instituciones educativas.
Las manifestaciones violentas del lunes dejaron decenas de lesionados, detenidos, cuantiosas pérdidas materiales, entre ellas el incendio de al menos cuatro edificios, tres de ellos emblemáticos de la capital hondureña, dos de la Alcaldía Municipal y uno de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), y una farmacia.
Durante la noche y esta madrugada también se registraron acciones de vandalismo como el saqueo de negocios en varios puntos de la capital hondureña.