Johanis Argilagos, dos veces campeón mundial y una vez medallista olímpico de boxeo, decidió saltar del ring a la pelea más importante de su vida, tan solo con 21 años.
Medios de todo el continente lo reportaron el 12 de marzo de 2018: Argilagos había abandonado la delegación cubana de boxeo durante un torneo en Tijuana. Había cruzado la frontera de Estados Unidos y se ponía los guantes para luchar su asilo político.
Desde entonces, está detenido en un centro de ICE en colorado. Cuatro meses después declara por primera vez a través de una llamada telefónica.
Dice que se fue de Cuba con las mismas razones de miles de atletas: desencantado por la explotación del régimen, frustrado. Hoy confiesa que no esperaba que luchar su caso de asilo fuera tan complejo.
Enfrenta el posible riesgo de deportación y lo que más le preocupa es que lo metan preso si regresa.