El impacto de las muertes por COVID-19 en nuestro estado se refleja dramáticamente en el trabajo de los centros funerarios y crematorios.
El aumento de muertes debido al COVID-19 tiene abrumada a una funeraria de Winter Garden, al oeste de Orlando, donde los ataúdes se apilan hasta el techo a la espera de las cremaciones.
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Según medios locales, la funeraria West Side tiene dificultades para incinerar cadáveres, más que durante la primera ola de la pandemia en 2020. Un director de una funeraria dijo que en un período de 30 minutos llegaron cuatro fallecidos.
Mike Marchetti, el gerente de área de Newcomer Funeral Homes, dijo que a veces tienen que retrasar las reuniones con las familias y postergar los funerales porque solo tienen una cantidad limitada de personal.
La misma situación enfrentan las fuenerarias de Florida Central, donde los trabajadores discriben la situación como "alarmante".
Para Idannys Bauzo Nieves, directora de una de dos funerarias San Juan en Kissimmee, las últimas semanas han sido agotantes, física y mentalmente. Ella dice que el número de fallecidos por COVID-19 que han recibido ha sido devastador.
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“El promedio en el último mes ha sido definitivo teniendo 4-5 casos al día, pero estamos teniendo velorios para que puedan ver a su ser a sus familiares…” dijo Bauzo Nieves.
Florida, donde han fallecido más de 42,700 personas desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, enfrenta una alza en las hospitalizaciones y en los nuevos casos reportados en los últimos días.
De acuerdo con agencias federales, cerca del 94% de las unidades de cuidados intensivos para adultos están ocupadas en el estado.
Desde el inicio de la pandemia, en Florida se ha vacunado el 51% de la población, pero el reporte de más de 3.1 millones de casos confirmados de COVID-19 continúa alarmando a la población y a las autoridades.
