Condado Volusia

Residentes del condado Volusia hacen el recuento de los daños tras el impacto de dos huracanes

A lo largo de la costa se observan problemas estructurales causados por el huracán Nicole, que puso el dedo en una herida que no había sanado del todo tras el paso del ciclón tropical Ian, que dejó daños estimados en $522 millones en el condado.

Telemundo

DAYTONA BEACH - Tristeza, pérdida y daños valorados en más de $500 millones ha dejado el huracán Nicole en el condado Volusia.

Principalmente en las playas de Daytona, donde los residentes continúan su batalla durante el proceso de recuperación.

A lo largo de la costa se observan problemas estructurales causados por el huracán Nicole, que puso el dedo en una herida que no había sanado del todo tras el paso del ciclón tropical Ian, que dejó daños estimados en $522 millones en el condado.

Al ritmo de un martillo y con espíritu de lucha, residentes como el señor Medina reflexionan sobre el duro golpe que han recibido en tan poco tiempo.

“Ian fue el primero que nos dio. Hicimos las evacuaciones que tuvimos que hacer y seguimos dándole servicio a los clientes y no volvieron a dar… el segundo impacto”, dijo Medina, propietario de una residencia en la playa.

Lo inimaginable ocurrió ante sus ojos a pesar de la elevación de su casa en la costa.

“Subió por arriba (el mar), por los 12 pies de ‘seawall’ que tenemos y fue escarbando hasta que fue llevando la arena al vecino, a todo”, agregó el hombre.

La propiedad de Medina, además de ser su vivienda, es una fuente de ingresos, pues la alquila como Airbnb. Y durante el huracán se vio obligado a pedirle a sus inquilinos que evacuaran por seguridad.

“A seguir luchando. Ya aquí estamos con la nueva escalera, que es lo primero que tenemos que hacer, si no nadie puede bajar para allá”, indicó.

Sin embargo, Medina fue afortunado. Y es que Jessica Fentress, directora de la división costera, dijo que fueron varias las casas de familia que cayeron al océano.

“Hemos tenido muchos hoteles y condominios evacuando por miedo al colapso”, dijo Fentress.

“La playa honestamente no es segura en este momento, con tantas estructuras que han perdido el terreno debajo de ellas y las paredes marinas comprometidas. Estamos verdaderamente asustados de que las personas puedan resultar heridas”, agregó.

Es por esto que se recomienda trabajar con un ingeniero o arquitecto “que tenga experiencia con permisos a lo largo de la costa”, según Clay Ervin, director de crecimiento y gestión de recursos.

Pero mientras los residentes buscan reconstruir sus propiedades, lo que no abandonan es su resistencia ante la adversidad.

“Tenemos que seguir echando para alante y hacer una nueva vida”, dijo Medina.

Los residentes esperan que la ciudad pueda acelerar el proceso de aprobación para los permisos que necesitan para poder reconstruir sus hogares.

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