KISSIMMEE, Florida - Conoce el capítulo final de la historia de José Mojica, un residente de Kissimmee que vive solo, y padece de distrofia muscular desde muy joven. Con el paso del tiempo su casa se deterioró hasta el punto de colapsar el piso.
Durante casi 4 meses la comunidad se unió para ayudarlo a cristalizar su sueño de tener un hogar renovado. Hoy podremos ver como José ya está listo para celebrar el día de Acción de Gracias.
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Arrastrarse para poder movilizarse por su hogar, ya era parte de su rutina, vivía solo bajo un techo no apto para un ser humano.
“Me duele el brazo” expresó José.
A José Mojica le tocó una vida llena de adversidades y retos, este residente de kissimmee fue diagnosticado con distrofia muscular desde muy joven, casi muere en un incendio, ha sufrido dos derrames cerebrales, además de haber sido atropellado en dos ocasiones.
José Mojica, residente de Kissimmee con discapacidad “tengo que arrastrarme por todo el piso de la casa, hasta el baño”
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Era la única forma de movilizarse porque no tenía silla de ruedas, hasta que una mano amiga de la comunidad llegó para darle una nueva. Pero, luego se sumó otro problema, el piso de su hogar estaba tan deteriorado que colapsó, al no soportar el peso de la silla de José, quien terminó cayendo en un hueco.
“Cuando empezamos a investigar toda la parte de abajo del piso había sido comida por termitas…” dijo Juan Vélez, fundación Sky
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“Las utilidades que él tenía como la cocina y el baño no eran aptas para su condición” añadió Olga marcela, fundación Sky
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Al conocer su historia por Noticias Telemundo 31, la comunidad se unió para dejar su vivienda como nueva.
“El sueño hecho realidad, de tener mi casa como Dios manda” dijo José.
José pudo cumplir su sueño gracias a miembros de la comunidad como el pastor Norberto Fonseca, quien logró gestionarle comida y hotel como residencia temporal durante casi cuatro meses, mientras reparaban su casa. A pesar de tocar varias puertas, aseguran que no recibieron ayuda gubernamental.
José cuenta que todo los días visitaba su casa para observar las labores de reparación, solo en una oportunidad no pudo llegar porque lo atropellaron, “fui a cruzar con la luz a mi favor y la señora se tiró y me llevó enredado”
Afortunadamente solo tuvo lesiones leves. Al día siguiente fue dado de alta en el hospital, y visitó su hogar renovado, donde ya tiene más espacio para moverse en su silla, entrar al baño, ducharse, y hasta cocinar con sus enseres nuevos.
La historia de José es un vivo ejemplo que cuando la comunidad se une deja huellas imborrables. José ha agradecido en múltiples ocasiones a nuestra compañera Olga asmat por haber sido el enlace para dar a conocer su situación.
