El COVID-19 llegó junto a la muerte al hogar de una familia hispana de nuestra comunidad y se llevó a uno de sus integrantes más jóvenes.
El joven tenía 23 años y aunque, según sus padres, no estaba vacunado contra el COVID-19, están sorprendidos por lo fuerte que el virus lo atacó porque dicen que era un chico muy saludable.
Grande es el vacío que ha dejado Louis Andre Rodriguez tras su trágica e inesperada partida.
“Era muy difícil verlo sufrir… demasiado difícil verlo sufrir tanto como estaba sufriendo…” dijo su madre. Su sonrisa, sus sueños, quedaron apagados para siempre, el COVID-19 le quitó el aire. “Joven de 23 años saludable, no importo” añadió.
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Sus padres dicen que días después de haber contraído el virus comenzó la fatiga, el virus atacó fuertemente sus pulmones.
Lisa Rodríguez, madre de Louis dijo “Que nos quería mucho que lo perdonaran que nos quería mucho y al otro día lo entubaron [esa fue la última conversación, una videollamada] ni 24 horas…”
“Lo único que me dijo fue I love you pa’ and I am sorry... im sorry… eso fue lo último que hablé con él… y duele…” dijo el padre de Louis, Luis Rodríguez.
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Para los padres del joven que tenía 23 años ha sido una tragedia incomprensible porque recuerdan lo mucho que se cuidaba.
Andy o Macho como le conocían de cariño, no estaba vacunado contra el COVID-19. Hoy su padre y su madre, quien también se enfermó con el virus mientras cuidaba de su hijo y sigue recuperándose, tienen un mensaje para toda la comunidad.
“Si él me dijo mami cuando salgamos de aquí nos vamos a vacunar, pero de todo… ese era el mensaje del… tenía mucho miedo…” dijo la madre de Louis.
“Este virus no es un juego lo cogemos como que es un juego, pero no es y te das cuenta cuando es muy tarde porque mi hijo se dio cuenta, pero ya era muy tarde…” añadió el padre de Louis.
Louis y su papá trabajaban juntos, ellos creen que contrajo el virus en el trabajo. Este joven es uno de los 178 residentes del condado Orange que han perdido la vida por COVID-19.
