OCALA, Florida. – Dentro de la iglesia St. John Missionary Baptist Church en Ocala, decenas de personas clamaron justicia tras el asesinato de Ajike Owens, una mujer negra que fue asesinada por su vecina, una mujer blanca de 58 años.
“Queremos justicia para Ajike Owens”, clamó el grupo de personas que se reunieron para exigir justicia por la mujer de 35 años.
El pasado 2 de junio, la mujer negra fue asesinada por su vecina, Susan Lorincz, luego de que fuera a defender a sus cuatro hijos de los gritos y agresión física de los que fueron víctimas mientras jugaban en un terreno cercano a su residencia. Pamela Owens, madre de Ajike, también pidió justicia para su hija.
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“Su hijo me decía: ‘Abuela, déjame darle CPR’ ”, recordó Pamela con voz solemne durante la conferencia de prensa que ofreció la familia junto a sus abogados tras darse a conocer el arresto de la acusada.
Asimismo, narró que el hijo de 12 años “fue tan valiente… él fue a tocar la puerta de todos preguntando: ‘¿Puedes llamar al 911? Le dispararon a mi madre. ¿Puedes llamar ahora?’ Quiero decir que él mantuvo la calma y es algo de lo que estoy segura AJ estaría orgullosa, de que él pudo reunir a sus hermanos y hermanas porque su madre había sido baleada”.
Por otro lado, Benjamin Crump, abogado de la familia, adelantó que la evidencia contra la imputada es bastante “fuerte”, por lo que están “muy convencidos de que veremos una condena. Este no es un caso difícil. Sabes, sigo diciendo que tratamos de dificultar los casos cuando las vidas de los negros están tiradas en el suelo. Hablaron sobre lo difícil que fue el caso de George Floyd... Pero la realidad es que, si los papeles se invirtieran y una mujer negra le disparara a una mujer blanca a través de una puerta de metal, nadie diría que es un caso difícil. [Dirían] es un caso sencillo. La única pregunta es ¿Vamos a darle a AJ el mismo respeto, la misma dignidad y lo mismo derechos constitucionales que cualquier otro estadounidense?”
