Las personas designadas por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, tratarán de reformar el órgano rector de Disney World con propuestas para eliminar una junta de planificación y prohibir los mandatos de uso de mascarillas y los requisitos de vacunación contra el COVID-19 en un enfrentamiento entre el gobernador republicano y la compañía.
Los cinco nuevos miembros de la junta, que había sido controlado por Disney hasta febrero, tienen en la agenda de su reunión reglas que prohíben el acceso a sus oficinas a cualquier persona por no usar una mascarilla o no tener la vacuna contra el COVID-19.
Además, la agenda incluye una resolución que afirma la “autoridad superior” de la junta sobre el distrito que cubre las 27,000 acres (10,926 hectáreas) de Disney World, incluidas dos ciudades minúsculas.
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La agenda también apunta a una posible reorganización del personal de la administración con descripciones de trabajo enumeradas para el administrador del órgano de gobierno y otros puestos clave del personal.
Disney World requería máscaras y tenía protocolos de distanciamiento social en 2020 cuando reabrió después de cerrar durante varios meses en un esfuerzo por detener la propagación de COVID-19.
DeSantis ha sido un feroz oponente de los mandatos de mascarillas y vacunas contra el virus y ha solicitado a la Corte Suprema del estado que convoque a un gran jurado para investigar “cualquier irregularidad” con respecto a las vacunas COVID-19.
La agenda de la reunión del miércoles continúa una batalla entre el posible candidato presidencial DeSantis y los legisladores estatales republicanos contra Disney que comenzó el año pasado cuando el gigante del entretenimiento se opuso públicamente a lo que los críticos llaman la legislación estatal "No digas gay" que prohíbe la instrucción escolar sobre orientación sexual e identidad de género en jardín de infantes hasta tercer grado.
En represalia, los legisladores de Florida aprobaron y DeSantis firmó una ley que reorganiza el gobierno controlado por la empresa de Disney World, lo que permite al gobernador nombrar a los cinco miembros de la Junta de Supervisores. Disney había controlado previamente la junta durante sus 55 años de existencia.
El mes pasado, los nuevos designados por DeSantis afirmaron que sus predecesores controlados por Disney se apresuraron al despojar a la nueva junta de la mayoría de los poderes y darle a Disney el control sobre el diseño y la construcción en el complejo del parque temático antes de que los nuevos miembros pudieran tomar asiento.
DeSantis y los legisladores estatales en una conferencia de prensa el lunes aumentaron aún más la presión al proponer una próxima legislación que requeriría inspecciones estatales de las atracciones de Disney, un movimiento sin precedentes desde que los operadores de parques temáticos más grandes de Florida han podido realizar sus propias inspecciones.
Los legisladores también planearon considerar una medida que revocaría el acuerdo entre los supervisores de la junta anterior y Disney. El senador estatal republicano Blaise Ingoglia dijo que tenía un mensaje para Disney: “No vas a ganar esta pelea".
Disney ha dicho que todos los acuerdos hechos con la junta anterior eran legales y aprobados en un foro público.
El CEO de Disney, Bob Iger, dijo a principios de este mes que cualquier acción contra la compañía que amenazara los empleos o la expansión en su centro turístico de Florida no solo era “antiempresarial” sino “antiflorida”.
