Un buen samaritano que se detuvo para ayudar después de presenciar un fuerte incendio el lunes por la noche en la I-95 vio su buena acción respondida por una mala: uno de los conductores que se estrelló robó su camioneta y se dio a la fuga.
No pasó mucho tiempo antes de que el sospechoso, Zachary Searls, de 27 años, estuviera bajo la custodia de los oficiales del alguacil del condado Volusia.
Un oficial del alguacil que respondió al lugar del accidente alrededor de las 8 p.m. se reunió con la víctima, Felix Coffman, e inmediatamente emitió una alerta en todo el condado por el vehículo robado y el sospechoso.
Una verificación de registros mostró que el vehículo azul, un Mitsubishi Lancer 2003, se registró en una dirección en Daytona Beach. Los agentes fueron a la casa para entrevistar al dueño. Allí, encontraron la camioneta robada estacionada en la entrada de la casa.
Cuando los agentes se acercaron al vehículo, Searls salió de la casa y caminó hacia el camioneta, pero al ver a los agentes, se dio la vuelta y se metió a la casa. Searls fue detenido.
Searls fue trasladado a la cárcel del condado Volusia, donde permanece con una fianza de $6,000. El hombre es acusado de hurto mayor de un vehículo motorizado, abandonado la escena de un accidente con lesiones, sin licencia de conducir válida y resistiendo a un oficial sin violencia.
La Patrulla de Carreteras de la Florida investigó el accidente en sí, y el otro conductor involucrado fue trasladado al Centro Médico de Salud Halifax en Daytona Beach con las lesiones consideradas que no amenazan su vida.
