Caravana de migrantes: falla plan de visas humanitarias

Con su bandera ondeando y las ilusiones a cuestas entran al país que colinda con la nación en la que tienen fincados sus sueños.

Juan Carlos forma parte de la primera caravana de centroamericanos que este año cruza México para llegar a Estados Unidos. Él, y otros 2,000 migrantes, irrumpieron la madrugada del viernes en la frontera con Chiapas y, de forma pacífica, se internaron en territorio mexicano. 

"Porque no podemos estar cinco días parqueados, sin comida, sin nada, sin dinero", argumenta Juan Carlos. 

Otros miles de centroamericanos, principalmente hondureños, avanzan pero de manera más lenta, porque prefieren entrar legalmente a México y tener posibilidades de pedir asilo en él, si no logran su objetivo. 

"Nos quedamos aquí más que todo por los niños, por el peligro que corremos para seguir para arriba", explica Lesly. 

Y es que las autoridades de este país han anunciado que están dispuestos a darle asilo a muchos de los que deseen quedarse. 

El gobierno mexicano indicó que siempre y cuando entren de forma ordenada y lo soliciten, los migrantes recibirán una tarjeta humanitaria con la que podrán transitar por el país y trabajar por un año. 

Por supuesto, antes de otorgar este beneficio, revisarán los antecedentes de los candidatos. 

"Para identificar que aquellas personas que han cometido ilícitos puedan ser identificados y proceder en consecuencia", explica Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y Migración. 

Hasta el momento casi 1,000 personas, entre ellas 145 menores, han solicitado el refugio. 

"La política migratoria con derechos humanos aplica para todos", garantiza el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Ante la oferta, las filas en las oficinas de Migración van creciendo al mismo ritmo que los hombres, mujeres y niños dejan atrás sus países de origen.

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